Tanto es así que, ante la situación de alerta sanitaria por la pandemia de covid-19, los colegios provinciales de Enfermería han estado más alerta si cabe para evitar los casos de intrusismo profesional, puesto que las circunstancias han llevado en los últimos meses a la contratación de nuevos profesionales y la realización de las correspondientes altas colegiales por vía telemática, un formato que puede ser susceptible de alteraciones e, incluso, de posibles falsificaciones, a las que los citados organismos hacen frente velando por la autenticidad de cuantos documentos se presentan en la colegiación de cada profesional.
Por todo ello, Coemur quiere subrayar «el mecanismo de protección que supone la colegiación de los profesionales de Enfermería ante los usuarios del sistema sanitario, quienes en estos momentos de pandemia necesitan más que nunca sentir la garantía de seguridad en los cuidados de la enfermera o enfermero que les atiende y, para ello, los colegios profesionales trabajan para que toda la ciudadanía cuente con esa tranquilidad».
Así, desde dichas corporaciones se extrema el cotejo con minuciosas comprobaciones de la documentación para la colegiación a través del Registro Nacional de Titulados Universitarios Oficiales (RNTUO). Cuando se detecta alguna anomalía grave por un colegio, además de las acciones que deben emprenderse ante las administraciones públicas o, en su caso, en la vía judicial, se pone en conocimiento de toda la organización colegial a nivel nacional, para que conozca su existencia en evitación de posibles actuaciones fraudulentas en el resto de provincias, así como a nivel internacional.
Ante los recientes casos de dos falsos enfermeros denunciados respectivamente en Guadalajara y Alicante por los correspondientes colegios profesionales de ambas provincias, el Colegio de Enfermería de la Región de Murcia (Coemur) quiere recordar, tanto a la profesión como a la ciudadanía en general, la importancia del trabajo que se lleva a cabo por parte de los colegios profesionales de Enfermería: «Gracias a su potestad para controlar la legitimidad de las titulaciones de las enfermeras así como la buena praxis del ejercicio profesional, están totalmente capacitados para dar la voz de alarma ante posibles casos de intrusismo profesional y denunciarlos, de manera que el propio acto de colegiación garantiza la seguridad de los pacientes».
Tanto es así que, ante la situación de alerta sanitaria por la pandemia de covid-19, los colegios provinciales de Enfermería han estado más alerta si cabe para evitar los casos de intrusismo profesional, puesto que las circunstancias han llevado en los últimos meses a la contratación de nuevos profesionales y la realización de las correspondientes altas colegiales por vía telemática, un formato que puede ser susceptible de alteraciones e, incluso, de posibles falsificaciones, a las que los citados organismos hacen frente velando por la autenticidad de cuantos documentos se presentan en la colegiación de cada profesional.
Por todo ello, Coemur quiere subrayar «el mecanismo de protección que supone la colegiación de los profesionales de Enfermería ante los usuarios del sistema sanitario, quienes en estos momentos de pandemia necesitan más que nunca sentir la garantía de seguridad en los cuidados de la enfermera o enfermero que les atiende y, para ello, los colegios profesionales trabajan para que toda la ciudadanía cuente con esa tranquilidad».
Así, desde dichas corporaciones se extrema el cotejo con minuciosas comprobaciones de la documentación para la colegiación a través del Registro Nacional de Titulados Universitarios Oficiales (RNTUO). Cuando se detecta alguna anomalía grave por un colegio, además de las acciones que deben emprenderse ante las administraciones públicas o, en su caso, en la vía judicial, se pone en conocimiento de toda la organización colegial a nivel nacional, para que conozca su existencia en evitación de posibles actuaciones fraudulentas en el resto de provincias, así como a nivel internacional.