El impacto de la pandemia durante el 2020 y el 2021 muestra algunas señales de ralentización y empeoramiento de las condiciones salariales y laborales de las mujeres en comparación con las de los hombres en el ejercicio de las profesiones colegiadas. Con todo, los datos oficiales muestran carencias significativas dos años después del inicio de esta emergencia sanitaria. Esta sería la síntesis principal del estudio anual que publica Unión Profesional en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Unión Profesional (UP) publica la novena edición de su Estudio UP: Sobre las brechas salariales y laborales entre hombres y mujeres en las profesiones. Un análisis anual realizado desde el 2014 que aborda la situación de desempeño de los y las profesionales con objeto de detectar los avances y retrocesos en materia de brecha económica y condiciones laborales en el ejercicio profesional.
Además, cabe recordar que este trabajo se encuentra en el compromiso de esta asociación con la promoción de la igualdad de género recogida en su Plan Estratégico en sintonía con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la Estrategia de la Comisión Europea 2020-2024 sobre esta materia.
En esta edición, continúa el foco para evaluar los posibles impactos de la pandemia de COVID sobre las variables abordadas en el estudio.
Entre las principales conclusiones que extraemos, cabe destacar:
- BRECHA SALARIAL: la brecha salarial en el subsector de servicios profesionales se situó en el 13,78% frente al 15,01% anterior. Estos datos son referidos al año 2019, justo antes de la pandemia. En la dirección esta brecha es más elevada y se encuentra en el 20,82%, aunque se redujo en dos puntos respecto al 2018. A ello se añade que las mujeres solo suponen el 36,5% en los puestos de dirección y mandos intermedios en España. Señales claras del fenómeno conocido como techo de cristal.
En cualquier caso, hay que subrayar que los datos oficiales muestran carencias significativas dos años después del inicio de la pandemia.
Como se apunta en algunas fuentes oficiales y nuestras estimaciones, estas diferencias encontrarían explicación en dos factores principales: los complementos salariales que, en función de la antigüedad, la formación académica, pluses de nocturnidad, trabajos en días festivos o de peligrosidad, son habitualmente mayores en los hombres; y las condiciones laborales en torno a la frecuencia de rotación del empleo, la temporalidad contractual o la jornada parcial.
- CONDICIONES LABORALES: el análisis del periodo 2021-2020 muestra que las mujeres profesionales aumentaron su presencia en el mercado laboral con una mayor ocupación inferior a un año en su empleo actual. Esta ocupación estuvo ligada en buena medida a un incremento en la contratación temporal inferior a un año. En ambos casos, estos crecimientos fueron superiores a los de sus compañeros. Además, se observó que las profesionales redujeron su representación en la ocupación con jornada parcial en mayor medida que sus homólogos.
Otras causas relevantes que podrían explicar esta mayor representación de las mujeres en la ocupación con jornada parcial en algunos ámbitos serían la menor demanda de empleo a tiempo completo de una parte de las mismas con el fin de destinar su tiempo restante a tareas como los cuidados de su entorno o a su realización personal en otras esferas.
A tal efecto, es posible señalar que la mayor presencia de la ocupación inferior a un año y de carácter temporal puede suponer en muchos casos una menor retribución inicial por lo que podría afectar a la futura convergencia de la brecha salarial. Esta circunstancia solo podría ser mitigada en la medida que la ocupación con jornada parcial se redujo con algo de más fuerza en las profesionales.
En esta línea, el patrón principal de la creación de empleo durante el 2021 en las mujeres profesionales se localizó en la sanidad para cubrir la demanda de personal y la cobertura de bajas laborales debido a la pandemia.
- OCUPACIÓN Y PARO: el año 2021 finalizó con un crecimiento de la ocupación de las profesionales del 6,14% anual respecto al 3,78% anual de sus compañeros. Producto de ello, el porcentaje de ocupación de las profesionales en el subsector se alzó medio punto porcentual hasta suponer el 66,91%, el dato más elevado en la serie histórica iniciada en el 2008. Esto es, se mantiene que dos de cada tres ocupados en el subsector de servicios profesionales son mujeres.
Por su parte, se evidenció un ascenso entre el 2021 y el 2020 de las horas trabajadas en las profesionales que fue ligeramente menor en comparación con sus compañeros. La excepción se produjo en las profesiones sanitarias, sociales y en el sector de la educación donde ellas sumaron más horas, particularmente, en el ámbito asalariado en los sectores público y privado.
Además, las tasas de paro en las profesiones quedaron muy similares entre hombres y mujeres en torno al 4%, un desempleo considerado friccional o cercano al pleno empleo. No obstante, entre las catorce divisiones pertenecientes o relacionadas con las profesiones en ocho la tasa de paro fue superior en ellas.
También se contempla que las mujeres con educación superior es el grupo mayoritario en el mercado laboral con un 24,25% del total de la ocupación. Esto es, uno de cada cuatro ocupados en España es una mujer con educación superior. Sin embargo, cuando atendemos a los datos de sobrecualificación España se encuentra entre los países de la Unión Europea con un mayor porcentaje siendo del 35,8% en el 2020, aunque no diferencia por sexo.
Al mismo tiempo, las mujeres con educación superior representan el 22,75% de las personas que se encuentran en subempleo (desearían trabajar más horas de las que realizan), diez puntos más que sus homólogos.
Novena edición del Estudio UP sobre brechas salariales y laborales entre hombres y mujeres en las profesiones (pdf)