El problema del agua, de la resignación al cabreo

El problema del agua, de la resignación al cabreo

Recientemente PROA ha propiciado en Orihuela una jornada destinada a la problemática del agua que endémicamente sufre nuestra provincia por su escasez, con la sana intención de motivar a nuestros gobiernos (el central y el autonómico) para que de una puñetera vez se tomen en serio un problema, que tiene unas magnitudes económicas y sociales de tal importancia y trascendencia que parece mentira que personas medianamente inteligentes (permítanme que no les presuponga una inteligencia de mayor nivel a la vista de cómo están actuando) no sean capaces de percibir y darle una solución beneficiosa, no solo para nuestra provincia, sino para España entera, si antes no la desmiembran algunos catalanes que empeño sí que están poniendo en tratar de conseguirlo.


Algunas soluciones que aportan los que conocen el tema son ya más conocidas que «la Charito»; no obstante, se las resumo brevemente:

? Pacto Nacional sobre el Agua, por encima de los egoísmos cainitas de las autonomías, que, en pura teoría, no tienen poder sobre las confederaciones hidrográficas que son las que realmente deberían planificar, regular y distribuir el agua allá donde se necesite y más beneficios produzca, sin que las mismas tengan que poner vetos y condicionamientos insolidarios, carentes del exigible rigor técnico. Este pacto tendría que completarse con un pacto singularizado entre las diputaciones de Alicante y la Región de Murcia.


? Completar todas las infraestructuras necesarias para el aprovechamiento integral y completo de todas las aguas disponibles.


? Consolidación y redotación del trasvase Tajo-Segura.


? Mejoras en la regulación Júcar-Segura, en los almacenamientos y conducciones que sean lógicos y sostenibles, olvidando los costosos y contaminados como resulta ser el mal concebido trasvase del azud de Marquesa.


? Establecimiento de criterios técnicos solventes, al margen de costumbres y privilegios, que conduzcan a un mejor aprovechamiento del agua con una distribución lo más eficiente posible.


Estas soluciones y algunas otras que dejo en el tintero, por no hacer el artículo excesivamente extenso, las vienen exponiendo con una resignación franciscana, día tras día, aquellos cuya vida depende del agua, ante los que tienen la capacidad y el poder para ponerlas en marcha, recibiendo de los mismos, hasta el presente, cínicas sonrisas y ninguna solución.


La realidad expuesta, constatable sin duda alguna, está generando lisa y llanamente un monumental cabreo que se masca entre los regantes y sus familias, y que comienza a expresarse ya, como pudimos constatar en la jornada de Orihuela, con una cierta violencia, violencia que afortunadamente no pasa de las palabras; pero resulta patente que de la resignación se está pasando al mencionado cabreo y de este a generar el sustrato físico que propicie un conflicto indeseable, solo hay un paso.


Y mucho nos tememos que ese paso acabará dándose si, como habitualmente parece ser, es la única alternativa que escuchan nuestros gobiernos, el central y el autonómico.


Tenemos que advertir a nuestros gestores, esos que olvidan que nuestra provincia es solidaria y contributiva y sabiéndolo nos mantienen a la cola de todas las inversiones, estatales y autonómicos que, si siguen actuando como lo están haciendo, es muy posible que tengamos que jubilarlos con nuestros votos y buscarnos a otros políticos capaces de escuchar, analizar y tomar medidas justas y eficaces para todos los españoles, en el agua y en otras muchas cosas, en las que están ninguneando a nuestra provincia inmerecidamente.


Y si esto no lo ven, a pesar de que el CIS se lo está poniendo delante de las narices, y después de lo sucedido en Cataluña, es que están más ciegos que un tío con cataratas y necesitan una operación por vía de urgencia.


P.D.: No está de más recordarle a nuestro respetado conseller, el señor Alcaraz, que la transparencia está muy requetebién, pero que, con ella, ni se trae el agua ni se riega y, además, que es incapaz de poner las traviesas en las líneas ferroviarias que necesita su provincia, porque se consumen en una desproporción insultante en València.

Fuente: http://www.diarioinformacion.com/opinion/2018/02/09/problema-agua-resignacion-cabreo/1986771.html

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