Sevilla: Veterinarios alertan de riesgos para las mascotas por la caída de vacunaciones

Veterinarios alertan de riesgos para las mascotas por la caída de vacunaciones

AMALIA F.LÉRIDA Sevilla - Actualizado: Guardado en: Sevilla

Los elevados gastos que genera una clínica veterinaria y la fiscalidad que soportan los empresarios está encareciendo el precio de los servicios que reciben las mascotas y motivando que sus dueños se lo piensen dos veces antes de llevarlos a la consulta, lo que repercute negativamente en la salud de los animales.

Los empresarios de las clínicas de toda España —en Sevila y su provincia hay unas 400— se están organizando para solucionar esta situación, junto a sus colegios profesionales, e instar al Gobierno a que regularice esta profesión y actividad mercantil, ya que el desorden actual está afectando la salud de los pequeños animales a los que atienden y, por tanto, a los humanos que conviven con ellos.

Beatriz Asencio Vega, presidenta de la Asociación de Empresas Veterinarias Clínicas de Sevilla, que atienden a pequeños animales, ha explicado a ABC algunos de los problemas de este colectivo que, lejos de solucionarse, se agravan a medida que pasa el tiempo.

 

Lo primero que destaca es el estado denigrante de la profesión veterinaria algo que reconoce hasta el Instituto Nacional de Estadística al «decir que somos los licenciados peor pagados» con un salario medio de 1.063 euros, según desveló durante el último trimestre de 2016.

«Estamos incluidos, según esta entidad, en actividades profesionales científicas y técnicas y cobramos menos que todos los profesionales englobados en sanidad, que tienen un sueldo medio de 2.147 euros. Consideramos que esto es debido a la falta de regularización, en todos los aspectos, del sector veterinario», dice Asencio Vega.

Otra cuestión que les ocupa y preocupa y que repercute directamente en la ciudadanía es el IVA veterinario de clínicas de pequeños animales. Están incluidos en el sector servicio y no en el sanitario, por lo que tributan al 21% de IVA desde 2012, año en el que dejaron atrás el impuesto reducido al 8%. A esto suma que los «médicos, odontólogos o podólogos están exentos del gravamen y son sanitarios, como nosotros» no sin obviar que «de momento, hemos conseguido el pasado mes de octubre que se admita una Proposición no de Ley para reducir nuestro IVA veterinario al 10%».

«Resultado de esta situación —explica Asencio Vega— es que se encarecieron las consultas, las pruebas diagnósticas, los tratamientos médicos en las clínicas y, sobre todo, los tratamientos quirúrgicos».

Desde ese momentos han notado que «los animales no han ido tan regularmente a sus vacunaciones y que las desparasitaciones no se han llevado a cabo, con la consecuente puesta en peligro de las personas, ya que estas protecciones a determinadas enfermedades de nuestras mascotas impiden las zoonosis, enfermedades que se transmiten de los animales a las personas».

Si nos detenemos en las mascotas más usuales, como son los perros en Andalucía, son obligatorias, una vez al año, la vacuna contra la rabia y la desparasitación interna.

En general, y aparte de la inversión inicial, que puede presentar una gran oscilación en función de la raza (entre 300 y 1.500 euros), el mantenimiento de un perro en España supone una media anual de entre 700 y 1.500 euros (comida, cuidados veterinarios, accesorios y otros), según el tamaño del animal, factor primordial para su manutención.

La presidenta de dicha asociación recuerda que los veterinarios son garantes de la salud y bienestar animal y, por supuesto, de la salud humana.

También dice que no hay que olvidar que nuestros animales son un miembro más de nuestra familia y que, debido al encarecimiento de los servicios, muchas personas sufren situaciones que económicamente se les escapan de las manos y que no pueden afrontar. «Esto ha hecho —sigue— que a veces tengamos que sufrir auténticos dramas en nuestras clínicas».

No menos importante para estos empresarios, las mascotas y sus dueños son las cortapisas que hay «solo en Andalucía» para acceder a los medicamentos. Se refiere al depósito especial de botiquín veterinario por el que los veterinarios andaluces disponen de un listado de tan sólo trece medicamentos de humana (que no existen en veterinaria) que pueden tener en su clínica.

Estos medicamentos, según señala Beatriz Asencio Vega, son la mayoría quimioterápicos y pone un ejemplo de la situación: «Si yo pongo una vacuna de rabia en un animal y sufre un shock anafiláctico, es decir, una reacción alérgica exacerbada, sería necesario poner adrenalina. Debido a este depósito yo no puedo tener la adrenalina en mi clínica, tendría que salir corriendo a mi farmacia, con la que tengo concertado el depósito especial, para que me vendiera adrenalina y, si en este momento esta farmacia no lo tuviese, tendría que volver a la clínica y hacerle una receta al dueño del animal para que buscase la adrenalina por otras farmacias. Mientras tanto, la vida del animal está en juego».

No se queda atrás en el quehacer diario de los veterinarios que tienen que capear la mala percepción de la sociedad. Asencio Vega recalca que la medicina veterinaria es un trabajo totalmente vocacional, «pero hay que entender que es una medicina privada, y por esto los servicios veterinarios conllevan un coste que para determinadas personas es excesivo».

Comenta que reciben a veces duras críticas y que mantener una clínica veterinaria genera unos gastos muy elevados: toda la equipación ( rayos x, analizadores, monitores de anestesia, maquinas de anestesia....) medicamentos para la clínica, fungibles, formación del personal, sueldos y todos los gastos que conlleva una mantener un establecimiento así abierto.

«Son lógicos los honorarios que tenemos porque invertimos en equipación y formación y con compromiso de los estándares de calidad para los pacientes, de manera que no podemos tener los mismos precios que los low cost. A todo esto hay que sumar el 21% de IVA».

Dice Beatriz Asencio Vega que este sector está « totalmente desorganizado y vamos a intentar poquito a poquito ir ordenándolo y legislándolo».

Los veterinarios, según destaca, no tienen convenio laboral ni regulación de la normativa que tienen que cumplir las clínicas.

Tampoco hay, por citar algunas de las muchas asignaturas pendientes, un protocolo de intervención quirúrgica para los animales similar al que existe para los humanos.

¿Y si le embargan a su perro?

Los empresarios de las clínicas veterinarias ven una contradicción que quienes velan por la salud de las mascotas tengan su actividad englobada en el sector servicios cuando a medida que pasa el tiempo estos animales van siendo cada vez más objeto de protección por el ordenamiento jurídico.

La última reforma del Código Penal ha intensificado la salvaguarda de los derechos de las mascotas y ahora se espera un cambio en el Código Civil para que dejen de ser «cosas», como es su condición actual (o mejor dicho «seres semovientes») y, por tanto, no puedan ser, por ejemplo, objeto de embargo en ningún procedimiento judicial. Porque, aunque parezca mentira, esos seres que llegan a formar parte de la familia de quienes los cuidan y que se llegan a querer como si de una persona se tratara son considerados objetos ¿Se imagina que pudieran llevarse a su perro para cobrarse un acreedor parte de una deuda?

Pues no lo piense siquiera porque pronto será un imposible ya que el Congreso de los Diputados ha apoyado por unanimidad una Proposición no de Ley por la que insta al Gobierno a promover las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil donde se defina a los animales como «seres vivos dotados de sensibilidad». Además, el texto llama a prever las reformas legales necesarias para que los animales de compañía «no pueden ser objeto de embargo en ningún procedimiento judicial».

La iniciativa votada ha sido, finalmente, un texto transaccional a una propuesta inicial presentada por Ciudadanos que busca «mejorar la vida y el trato de las mascotas» para que éstas dejen de ser tratadas como bienes muebles. Lo que se quiere es que el derecho español legisle un aspecto que ha permanecido inalterado desde 1889, cuando se promulgó el Código Civil y que, acorde a una sociedad agraria, incluyó a los animales dentro del patrimonio. Pero la valoración de las mascotas no acaba aquí.

En la actualidad, el uso de animales con fines terapéuticos es cada vez más frecuente a medida que se van realizando estudios para constatar los numerosos efectos beneficiosos del vínculo entre el ser humano y los animales. A diferencia de las personas – con quienes nuestras relaciones pueden ser complejas e impredecibles – los animales proporcionan una fuente de sosiego. El perro es una de las mascotas cuyos beneficios terapéuticos están más que demostrados no sólo en sesiones guiadas por profesionales de la salud sino que además acompañan al inmenso número de personas mayores que viven solas.

 

Fuente: http://sevilla.abc.es/sevilla/sevi-esta-peligro-salud-mascotas-elevados-precios-clinicas-veterinarias-201703182039_noticia.html#ns_campaign=rrss-inducido&ns_mchannel=abcdesevilla-es&ns_source=tw&ns_linkname=noticia.foto&ns_fee=0

Compartir en... Compartir en Facebook Compartir en Twitter

© UPA - Unión Profesional de Alicante

Esta web utiliza cookies…+info