Buch: "Si no hubiera colegios profesionales los funcionarios tendrían que hacer su labor"

 

 

 

 

 

VALENCIA. "Si no hubiera colegios profesionales los funcionarios tendrían que gestionar estas profesiones". Así de determinante se mostraba el conseller de Economía, Máximo Buch, en un desayuno de Valenciaplaza.com que llevaba por título "Retos y oportunidades de los colegios profesionales en el nuevo escenario de recuperación económica". En él participaron el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos y el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, con el patrocinio de Caja de Ingenieros y Mutua de Ingenieros.

 

Buch se mostró como firme defensor de que la iniciativa privada sea, como hasta ahora, quien regule a los profesionales y no la administración. "Yo soy ingeniero industrial, y da la casualidad de que era miembro de la junta del colegio de ingenierios industriales hasta que tuve que dimitir porque iba a ser conseller", explicaba. "El tema de los colegios profesionales es controvertido, sobre todo para los que tienen pensamiento liberal". Sin embargo, insistió en que se trata de un modelo de colaboración público privado que permite que, privadamente, unos profesionales se agrupen, algo que evita que los funcionarios tengan que gestionar a ese colectivo.

 

En el marco de la ley Ómnibus, que dirige a la no obligatoridad de los visados y de la colegización de ingenieros y arquitectos, el conseller puso sobre la mesa la postura oficial del Consell respecto a esta ley tras mandar alegaciones a la ley estatal que está en proceso de tramitación. "La Generalitat Valenciana ha venido apostando desde hace muchos años por los colegios profesionales como organizaciones eficaces de autoorganización profesional y colaboración público privada, reconociendo el fructífero papel de representación, de interlocución con la administración y de la organización en beneficio de la sociedad", leía Buch.

 

"Cualquier nueva forma normativa debe preservar lo que funciona de forma eficaz y favorecer a los profesionales que ellos integran", destacaba. Insistía en la necesidad de plantear si, en el caso de desaparecer un colegio profesional, se puede dejar correr. "¿Cualquier señor en la calle puede decir que es médico y dejarle curar? ¿O qué es ingeniero de caminos y haga un puente? ¿O tendremos que regularlo? Si tienes que montar un regulador público será más caro y lento". "No se trata de intervencionismo, es que si no lo hiciese el colegio de farmacéuticos, por ejemplo, lo tendría que hacer la administración", destacaba.

"La gestión privada es más eficiente que la pública y un colegio de notarios es más eficiente gestionado por los propios notarios que si lo gestionase una subdirección general del notariado que asumiera los trabajos que ahora hace el colegio", apuntaba Buch.

 

El conseller de Economía insistía en la necesidad de adecuar la ley a cada tipo de profesional. "Cada uno tienen unas casuísticas que hace que cada uno tenga un tratamiento un poco personalizado y no genérico. Las soluciones genéricas para todo el mundo no me suelen convencer demasiado.", lamentaba. Sobre la colegiación obligatoria destacaba el planteamiento de no colegiarse por tener un título, sino una profesión. "El criterio no debe ser la formación, pero sí el concretar el contenido de la profesión y por lo menos, para determinadas actividades, sí hacerlo".

 

"¿TODO EL MUNDO DEBERÍA PODER CONSTRUIR PUENTES?"

 

Otra de las realidades que planteó fue la globalización. "Ahora puede aparecer un ingeniero o un abogado en Nigeria. Entonces en un mundo global tiene que haber, de cara al usuario final, una cierta garantía que sea un abogado", apuntaba. "En la ingeniería, de cara al usuario, es muy importante que sepa que el profesional trabaja con unos estándares que son los que él espera."

 

Buch explicó que en Inglaterra el colegio profesional está regulado sin estar en la ley. "En Inglaterra lo que existe es el Royal Institute of British Architects. Son una asociación privada y cuando te metes en la universidad te dicen que está aprobada por este instituto", apuntaba. "Tú puedes montar una carrera sin que esté aprobada pero probablemente nadie quiera cursarla". "Igual que no tienen Constitución no tienen colegio, tienen un instituto privado".

 

Sin embarga, apuntó que en España somos latinos y necesitamos regularlo. Esto implica que se vea con un doble transfondo. "Por un lado, está la visión de que es un portectorado de casta privilegiada y la segunda es la libertad de mercado, por restringir la competencia", destacaba. "¿Todo el mundo debería poder construir puentes? En la medicina es tan evidente que a todo el mundo le parece normal la necesidad de estar colegiado. Hace un puente es lo mismo que curar mañ a alguien".

 

El conseller de Economía también criticó que no se pida cierta praxis profesional para firmar determinados proyectos. "A mí no me parece lógico que los ingenieros industriales puedan firmarte con 22 años una central nuclear que un cohete aeroespacial, eso no tiene mucho sentido", destaca. "Pero eso no se corrige quitando los colegios, sino haciendo lo que hacen los abogados, teniendo dos años de práctica para poder ejercer". "Los ingenieros, en Alemania,tienen que acreditar seis meses de prácticas en un sitio".

 

Para Buch los colegios también tienen otros beneficios al margen de acreditar el ejercicio de una profesión y de tener una titulación. "Hay unos efectos colaterales positivos que es que una vez está uno colegiado, el colegio presta unos servicios", apunta. "Los ingenieros tenemos una caja de ahorros y estos servicios no tendría por qué ser obligatorios, si fuera una gestión pública no se tendría el porqué hacer y nosotros no podemos montar una caja de ingenieros, pero sí un órgano con gestión privada aunque sea de derecho público".

 

Fuente: 
VALENCIAPLAZA.COM (FOTOS: EVA MÁÑEZ).

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