José Luis Jorrín: "Es fundamental que el nuevo modelo industrial valenciano esté basado en la innovación"

05.07.2015 | 04:15

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José Luis Jorrín celebra la decisión del Consell de apostar por la industria frente al ladrillo como motor económico de la Comunitat Valenciana. El decano advierte de que la producción se debe basar en el valor añadido que aporta la innovación para poder competir con éxito con los que fabrican a bajo coste

 

RAMÓN FERRANDO Ustedes han vivido la crisis desde la primera línea. ¿Cómo la han visto?

 

Nosotros fuimos los primeros en notarla. Detectamos enseguida la bajada de la actividad de la pequeña empresa, que es la que más ha sufrido con la crisis. Las grandes empresas han aguantado, pero muchas pequeñas han desaparecido. Lo vimos sobre todo con la caída de las licencias de construcción. Nosotros éramos uno de los agentes importantes de la construcción porque las instalaciones las legalizábamos los técnicos.

 

¿Cuándo percibieron que el desplome iba a ser muy grave?

 

Yo lo detecté en diciembre de 2008. Hasta ese momento teníamos muchos proyectos y comenzaron a caer de golpe en el último trimestre de 2008. Yo entré de decano en 2009 y ya advertí que lo íbamos a pasar muy mal. De hecho, todos los años lo repetía. Sin embargo, ahora estamos empezando a ver que ya hemos acabado con la caída. Todos los parámetros confirman que la actividad industrial y comercial se está recuperando.

 

¿Cuándo calculan que se puede llegar a una situación normal?

 

Depende de la definición de normal. Tienen que pasar tres o cuatro años para volver a una tasa de paro asumible y que ronde el 10%. Ahora es fundamental que en la Comunitat Valenciana nos pongamos en marcha para que el nuevo modelo industrial valenciano esté basado en la innovación.

Antes de la crisis su profesión tenía pleno empleo. ¿Qué índice de paro soportan ahora?

Antes encontrábamos trabajo antes de terminar la carrera. Ahora entre un 10 y un 12% de nuestros colegiados no encuentra trabajo. Nosotros no habíamos tenido nunca parados y ahora algunos profesionales tienen que emigrar.

 

¿Cuántos han tenido que emigrar?

 

El año pasado tramitamos 500 ofertas de trabajo y el 40% eran en el extranjero. Nosotros nos dimos cuenta de este problema hace cuatro años y empezamos a buscar convenios con empleadores de Europa y Estados Unidos.

 

Acaba de defender la necesidad de cambiar el modelo industrial en la Comunitat Valenciana. ¿Qué le pide al nuevo Consell?

 

Que cuente con nosotros. He escuchado con satisfacción que el nuevo Consell defiende que haya menos ladrillo y más industria, y me ha llamado mucho la atención la creación de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico. Yo me brindo al Consell para colaborar en buscar un modelo económico que permita consolidar la industria en la Comunitat Valenciana. Hemos tenido sectores muy potentes en la pequeña manufactura como el calzado, el mueble y la cerámica. También es muy interesante la nueva Conselleria de Economía Sostenible y Sectores Productivos. Yo le pido al Consell que no saque normas sin contar con los profesionales y que cuente con nosotros para sacar adelante esos planes que pueden cambiar el modelo económico. Creo que podemos ayudar.

 

Algunos sectores tradicionales como el textil o el calzado primero se vieron afectados por el tsunami de la competencia asiática y después por la crisis financiera. ¿Queda algo en pie?

 

Del sector textil yo no veo nada, salvo que sea algo de diseño. El textil fue el primer sector que desapareció. El calzado sí que ha sobrevivido.

¿Qué sectores han soportado mejor la crisis?

 

Los que se han reconvertido. El mueble no podía competir con Ikea y está saliendo adelante por su apuesta por la calidad. El calzado también se ha lanzado al diseño. No podemos competir contra la industria de Asia sin calidad. Ellos se quedan en un nivel y hay un consumo mundial de otro nivel. Ahí estamos nosotros.

¿Cómo influye la factura energética en la competitividad de las empresas?

 

El precio que paga la industria por cada kilovatio es de los más altos de Europa. España tiene una gran dependencia energética porque no somos grandes generadores de energía sino que la consumimos. Es necesario hacer un plan serio de energía nacional y que se fije un precio razonable. Me da igual que sea por hora o por empresa comercializadora, pero debe tener un precio competitivo. Un fabricante de muebles no puede pagar la energía tres veces más cara que al otro lado de los Pirineos.

 

¿Cómo se puede solucionar?

 

Ese es el gran reto que tenemos. Nosotros deberíamos tener ya fijado un precio de la energía que pudiéramos decidir cómo controlarlo. Es necesario acabar con los impuestos que soporta la energía. La diferencia entre lo cuesta de producir un kilovatio y el precio que paga el usuario es una barbaridad. Eso se reduce controlando los impuestos sobre la energía para no perjudicar a la competitividad.

 

Ustedes estuvieron en jaque con la ley de colegios profesionales. ¿Cómo quedó?

 

Dijeron que la ley de colegios profesionales estaba motivada por Europa y por la liberalización, pero nos alegramos de que al final se haya quedado en el cajón. Hemos pedido desde todos los consejos de los colegios que no sea una regulación tan intervencionista. La Administración no puede decidir las juntas de gobierno salvo que corra con los gastos del colegio. Nosotros somos colegiados y libres porque pagamos las cuotas. Si hay una mala gestión son los colegiados los que pueden cambiar la junta. Además, hay determinadas profesiones que deben estar regladas a pesar de la liberalización. Uno no puede decir que es médico y ponerse a intervenir ni decir que es ingeniero y comenzar a diseñar como ha ocurrido. Hemos detectado intrusismo y lo hemos llevado a los tribunales.

 

Ustedes eran los encargados de inspeccionar las atracciones de las ferias y los parques acuáticos ¿Hay menos seguridad ahora que no están fiscalizadas por el Colegio?

 

Ese es el problema, no podemos saberlo. Debe volver a tomarse en serio que el técnico que revise una atracción sea competente o estamos abocados a los problemas que vemos. Hasta el año 2010 era obligatorio que el técnico que revisaba las atracciones fuera un técnico industrial. Ahora se hace a medias. No tenemos ningún control sobre quién y cómo se hace una inspección de un aparato. Hoy ya no se pasa el trabajo por el colegio profesional. Yo creo que es un problema serio. Vamos a advertir a la Administración de que debe revisar los procedimientos.

 

Fuente: http://www.levante-emv.com/suscriptor/mercantil-valenciano/2015/07/05/jose-luis-jorrin-fundamental-nuevo/1286970.html

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