Unión Profesional sanitaria - SEVILLA

Sevilla cuenta con, al menos, 14 clínicas Vitaldent que continúan abiertas tras el escándalo

La Unión Profesional Sanitaria de Sevilla, en la que están integrados los colegios profesionales de médicos, farmacéuticos, enfermeros, dentistas, veterinarios, fisioterapeutas, ópticos y podólogos se sumó ayer a la petición realizada por el Consejo Andaluz de Colegios de Dentistas por la regulación de las franquicias dedicadas a ofrecer servicios sanitarios como son las clínicas dentales. Tras el escándalo de Vitaldent y la detención de la cúpula de esta marca de clínicas dentales por delitos de blanqueo de capitales y de fraude a la Hacienda Pública, la Unión Profesional Sanitaria hace hincapié en la necesidad de que una supervisión efectiva de los profesionales sanitarios en estas empresas, así como regulaciones protectoras de la publicidad. "Los pacientes tienen que saber en todo momento la prestación que van a recibir, sin dudas, y sin letra pequeña", explica Manuel Pérez Fernández, presidente de la Unión Profesional Sanitaria, quien hace hincapié de que "no son clientes, sino pacientes". En los servicios sanitarios ofrecidos por empresas privadas es necesario "garantizar, ante todo, la salud pública", asevera Manuel Pérez, quien además preside al Colegio de Farmacéuticos. "Lo importante no es lo barato de un tratamiento, sino la calidad con la que se ha realizado", añade. 

Vitaldent cuenta en Sevilla con, al menos, 14 clínicas repartidas por la provincia, tanto propias como franquicias. De momento, mientras se desarrolla la investigación policial, las clínicas permanecerán abiertas y continuarán con los tratamientos. El punto de mira se encuentra en la cúpula a raíz de la denuncia de un franquiciado de Sevilla. 

Desde hace años y ante la sucesión de casos salpicados de polémica por cierres imprevistos de clínicas de franquicia (Dental Line o Caredent Triana) y a raíz de las quejas de los pacientes, el Colegio de Dentistas de Sevilla viene reclamando una regulación del sector, de modo que "la actividad mercantil no prime sobre la protección de la salud", explica Francisco Monedero, asesor jurídico del Colegio de Dentistas. En estos casos las clínicas no estaban dirigidas por dentistas sino por empresarios que han antepuesto el interés económico incluso por encima de la salud de los pacientes. "Desde el Colegio pedimos que los titulares sean dentistas, que estén colegiados y, de este modo, exista más control", añade Monedero.