14·02·23 | 06:01 | Actualizado a las 08:25
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Los responsables educativos han dado la partida por concluida.
Pese a la rotunda oposición tanto de las universidades con unidades lingüísticas específicas, como del profesorado representado en los cinco sindicatos de enseñanza, el nuevo decreto de valenciano que equipara el C1 con un 7 o más en cada uno de los cursos de Bachillerato ya es un hecho para este mismo curso.
La Conselleria de Educación confirma a preguntas de este diario que este primer semestre del año, antes de que acabe el curso, está “prevista la entrada en vigor del decreto que regulará el reconocimiento de la competencia lingüística de valenciano para la homologación de los estudios”.
En el departamento que dirige la consellera, Raquel Tamarit, han optado por no atender las demandas y reclamaciones de la totalidad de los sindicatos y de las universidades, que se oponen a que sean los docentes quienes califiquen con nota la equivalencia para un certificado de lenguas, cuando hasta el momento dichos certificados los han emitido la Junta Qualificadora, Escuelas Oficiales de Idiomas o las universidades.
Profesor de Valenciano en clase MIGUEL ANGEL MONTESINOS
En Educación esquivan el fondo del asunto y se limitan a atestiguar que los alumnos que superen la asignatura de valenciano con al menos un 7 en cada curso de la etapa de Bachillerato, “contarán con el nivel C1 de valenciano al finalizar esta etapa educativa”, y que podrán contar con este certificado con carácter retroactivo desde el curso 2021-2022, siempre que se cumpla con la puntuación señalada.
Pese al rechazo de los expertos lingüistas por esta equiparación numérica a las competencias que se exigen para alcanzar el nivel C1, según los parámetros marcados para el conjunto de las lenguas europeas, en la conselleria recuerdan que el programa del plurilingüismo incluye “un despliegue en paralelo de las competencias de nivel de valenciano al acabar los estudios obligatorios y postobligatorios”, y que contempla que los alumnos tengan acreditado un B1 al acabar la ESO y un B2 al término del Bachillerato.
Lo que ahora introduce el nuevo decreto, que deberá pasar por el pleno del Consell para su entrada en vigor, es el certificado oficial que ratifique esta acreditación, sea cuando sea que se haya cursado el valenciano con solo solicitarlo a la Junta Qualificadora.
Y que de la misma forma se certificará el C1 con el Bachillerato que acredite una nota de 7 o superior.
No haber dado pie a una negociación al uso con los sindicatos de enseñanza, a quienes únicamente se ha informado de estos extremos, ha provocado la indignación general, así como la reclamación de que se retire el decreto antes de su publicación en el DOGV porque califican la medida de “imposición”.
Desde el STEPV añaden, a tenor de lo expresado a su vez por el director general de Política Lingüística, que todo es fruto de un “pacto” previo con la Conselleria de Administraciones Públicas. “Son dos decretos en paralelo pactados por ambas consellerias, sin margen de negociación pese a que modifica las condiciones laborales del profesorado”, reclaman.
Aunque desde Educación sopesan que el curriculo de valenciano en Bachillerato va más allá de lo que exige el Marco Común de las lenguas europeas, los departamentos de valenciano en institutos de la Comunidad rechazan igualmente la medida y no descartan algún tipo de protestl.
En las localidades de la Vega Baja se suma la situación de la exención del valenciano, por lo que de la misma forma consideran una “imposición” equiparar de golpe el B2 con el C1, cuando de entrada las familias no quieren que sus hijos cursen esta asignatura.
Fuente: Polémica con el valenciano: Educación desoye a universidades y profesores (informacion.es)
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