Es una evidencia que la sociedad ha cambiado desde el punto de visto tecnológico. Y ante ese cambio –que también afecta a los abogados- “desde la Abogacía institucional, el Consejo General de la Abogacía y los Colegios de Abogados, se ha trabajado mucho en la digitalización de la abogacía y estamos preparados para ofrecerles las herramientas más adecuadas para cada necesidad”, como señala Laura Fra, vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de León y una de las ponentes de la Jornada ‘Abogacía Futura 2021: prospectiva de negocio emergente’ que tendrá lugar el próximo 4 de noviembre en el Consejo General de la Abogacía.

ABOGACÍA FUTURA 2021: INSCRIPCIÓN Y MÁS INFORMACIÓN

En una sociedad acostumbrada a consumir todo tipo de servicios por internet, “los servicios jurídicos no pueden ser ajenos a esta realidad social”, recuerda Fra, quien asegura que “los abogados tenemos que estar preparados para vender servicios jurídicos online”. En este sentido, la abogada apuesta por “invertir en herramientas digitales, para hacer más efectivo nuestro trabajo y dar una respuesta inmediata a las necesidades de nuestros clientes”. Y apunta algunas de estas herramientas que se ofrecen a abogados y abogadas desde la Abogacía institucional: el correo electrónico corporativo, la plataforma de videoconferencia, servicios de almacenamiento en la nube… “Todo ello, para que la transformación digital no suponga una brecha de desigualdad entre los despachos más consolidados y los abogados que inician una vida profesional”.

En opinión de Laura Fra, “la incidencia de la transformación digital no debería de influir en los modelos de negocio, que cada despacho debería tener perfectamente definido”, aunque sí le parece “evidente que la forma de relacionarse con los clientes ya ha cambiado”. Sí cree que el primer paso que deben dar los abogados dentro del proceso de transformación y digitalización es un “cambio de mentalidad” y analizar el entorno social actual. Y, a partir de ahí, “cada uno, dentro de su modelo de negocio, con el apoyo de la abogacía institucional encontrará como planificar su cambio hacia esa auténtica transformación digital”.

Pide a los abogados que no tengan miedo “y traten de anticiparse al cambio. Es el momento de aprovechar esta crisis que, sin duda, es una auténtica oportunidad”. Recuerda que los abogados y abogadas “estamos acostumbrados a adaptarnos a todo tipo de cambios” y que tienen la capacidad de convertirse en defensores de causas que a veces no creen a título individual. Por eso, resalta, “ha llegado el momento de defender nuestra profesión y mostrar a la sociedad que somos capaces de adaptarnos y en ese proceso el abogado de a pie no está solo, tiene a los Colegios Profesionales de su lado, ayudándoles en este importante camino que ya hemos empezado a recorrer al unísono”.

INVERSIÓN EN TRANSFORMACIÓN DIGITAL

Para Laura Fra es muy importante la inversión en herramientas digitales: que se haya dejado –o esté dejando- de usar papel no quiere decir que se deje de invertir. “Solo ha cambiado el soporte, papel, por un soporte digital. La información que tenemos que gestionar sigue siendo similar, y tenemos que valorar como una herramienta de trabajo más la inversión en tecnología y formarnos para saber utilizarla, igual que nos formamos para  conocer las novedades legislativas”, subraya.

Y es que la inversión en este ámbito es fundamental para evitar incidentes de ciberseguridad. Por ello, apunta la abogada, “equipos informáticos ágiles y seguros”, además de una buena conexión a internet, así como una importante concienciación en esta materia, porque “si no cumplimos estos requisitos, estamos dejando abierta la puerta de nuestro despacho a la ciberdelincuencia, y estamos poniendo en riesgo la seguridad de los datos de nuestros clientes”. E insiste en que “por nuestra seguridad, tenemos que concienciarnos que cada cierto tiempo tenemos que revisar los equipos con los que trabajamos para no tener incidentes de ciberseguridad”.