Trabajan en un proyecto europeo para el sector del calzado y en una plataforma para drones.

La provincia entra de lleno en la era de la robótica de la mano de la Universidad de Alicante (UA). El único grado que existe en España de Ingeniería Robótica ya trabaja en tres proyectos concretos que servirán para acercar el futuro no sólo en el ámbito industrial, donde la robótica está ya asentada, sino también en nuestras casas. Uno de ellos es un novedoso sistema de robot de dos manos que supondrá un auténtico salto cualitativo, primero en los procesos productivos y dentro de un tiempo en el hogar, el sistema sanitario y el asistencial. Los otros dos consisten en una plataforma móvil para drones y en la manipulación inteligente pensada especialmente para el sector del calzado y ambos están a la espera de que llegue la necesaria financiación.

En este sentido, el coordinador del grado de Ingeniería Robótica, Fernando Torres, es optimista pero prudente.

El proyecto centrado en el sector del calzado se encuentra dentro de un consorcio internacional del que forman parte España, Francia y Portugal. Por parte de España participan la UA y el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (Inescop) y su labor se centra en la investigación para que el robot pueda realizar tareas de manipulación avanzada en las fábricas de calzado, así como del control y la sensorización de la mano, que supone el mayor reto del proyecto. Por su parte, un centro de investigación portugués se hará cargo de la parte de navegación robótica móvil y en Francia se realizará lo mismo que en España pero con investigaciones centradas en la industria de los neumáticos en lugar de la del calzado. «Una vez desarrollada la tecnología se podría aplicar en ambos procesos productivos», explica Torres.

Este gran proyecto, cuyo presupuesto alcanza los dos millones de euros ha pasado ya la primera fase de la Comisión Europea y el consorcio está a la espera del último dictamen que se resolverá el mes que viene para poder empezar en 2018 si finalmente es aprobado.

Pero obviamente la UA no está ahí por casualidad, sino porque desde Robótica realizan sus propias investigaciones con fondos propios. El trabajo en el citado robot con dos manos, que esperan tener listo en año y medio, es la prueba de su especialización. «Hay más gente trabajando en esto por todo el mundo, pero todavía no existe nada a nivel comercial», indica el coordinador de Robótica. El reto de este robot es conseguir una coordinación perfecta entre ambas manos para poder desarrollar tareas complejas, lo que lleva detrás un arduo y complicado trabajo de programación, algoritmos y sensorización. Concretamente diseñan y desarrollan sensores táctiles y de fuerza unidos a sistemas de visión. Hasta ahora, los robots que se utilizan en la industria disponen de un brazo con una pinza o un brazo con una mano en el mejor de los casos.

«El que estamos desarrollando es de grandes dimensiones y sería para utilizarlo en la industria pero si conseguimos perfeccionar la tecnología para que funcione como es debido en un siguiente paso se podría fabricar uno más pequeño que ayudara a personas discapacitadas o de la tercera edad en sus casas», afirma Torres.

Además, este robot, al que el departamento que lo desarrolla aún no ha bautizado, resume muy bien el mundo globalizado de la robótica. Una mano viene de Inglaterra, otra de Corea, los brazos de Japón y el torso y la plataforma las han fabricado en la UA. «Son piezas que no se encuentran en España, por eso las compramos fuera y ya después nuestro trabajo es programarlas y añadirles los sensores», matiza el profesor.

Con las dos manos el robot sería capaz de desarrollar tareas más complicadas, que requieran levantar y mover grandes pesos o que puedan resultar peligrosas para los humanos. Eso en el ámbito de la industria, pero en el doméstico podrían por ejemplo abrir una botella o colocar pilas de platos en la cocina. Se abriría así un campo inmenso de posibilidades encaminadas a facilitar la vida de las personas.

«En el campo asistencial tiene mucho potencial. Otra área de la robótica está trabajando en el tema de las prótesis para personas a las que les falta un miembro pero este robot podría ayudar a discapacitados en general y también a las personas mayores tan sólo con colocar una plataforma móvil en la base en lugar de la estática que tiene ahora», matiza Torres.

En este desarrollo participan siete personas, entre las que se encuentran tanto profesionales de la universidad, como alumnos, doctorandos y estudiantes de máster. «Aquí además de ingenieros robóticos se necesitan también informáticos e ingenieros electrónicos y mecánicos porque se mezclan diferentes disciplinas que deben coordinarse», indica el responsable.

El tercer proyecto en el que trabajan en el Grado de Robótica consiste en una plataforma terrestre que sirva de lugar de aterrizaje para drones en lugares abiertos. «La idea es que pueda actuar en incendios, catástrofes, vigilancia en el campo y para tareas agrícolas en general», indica Torres. Se trata de desarrollar una navegación autónoma de vehículos de soprte a drones que sirva para llevar material o proporcionar apoyo logístico en el campo , concreta el investigador.

Esta novedad ya la están desarrollando gracias a fondos propios de la universidad pero el último empujón dependerá de la resolución final de ayudas de la Generalitat Valenciana que aún no han sido publicadas.

Torres aclara que una vez desarrollada la tecnología deben ser las empresas las que se interesen por fabricar y comercializar los robots. «En España aún es un poco complicado, pero se van dando pasos», concluye este investigador

Fuente: http://www.diarioinformacion.com/alicante/2017/09/09/alicante-entra-robotica/1934021.html