El programa ‘En moviment’ tiene como objetivo fomentar la prescripción de actividad y ejercicio físico a modo de receta deportiva orientada a la salud. Está dirigido a personas inactivas con factores de riesgo y patologías crónicas, así como los mayores de 70 años. 

"Todos estamos de acuerdo en que el sedentarismo es el gran problema del siglo XXI", reconoce Josep Benitez, pero, "por qué no atendemos en edades más tempranas, que es cuando empieza a desarrollarse en España la obesidad infantil, un problema que va en aumento", reflexiona. De esta manera, "en lugar de optar por medidas cortoplacistas y con riesgo, como están haciendo", sugieren que se deberían fomentar actividades extraescolares que ayuden a este segmento de la población a adoptar hábitos saludables, incluyendo la práctica de actividad física, pautas de una alimentación sana y la corrección postural, entre otros aspectos, así como dar mayor importancia a la asignatura de Educación Física en la etapa escolar.

"Esta prescripción de ejercicio como herramienta terapéutica requiere la supervisión de un profesional sanitario capacitado, como un fisioterapeuta. Es sorprendente que la propia administración ‘saque’ a los enfermos o lesionados del proceso asistencial, ya que esto vulnera los derechos del paciente", revelan. 

Y es que el programa establece que los profesionales de medicina y enfermería deben prescribir ejercicio físico a los pacientes y derivarlos a las Unidades Activas de Ejercicio Físico (UAEF) creadas por este plan. Estas unidades estarán dirigidas por educadores físico-deportivos, "que no son sanitarios, lo que podría poner en riesgo la salud de los participantes", avanzan.

"Además, la incorporación de no sanitarios en el tratamiento de lesiones rompe el derecho de los ciudadanos a un proceso asistencial integral llevado a cabo por profesionales sanitarios siendo el paciente el verdadero perjudicado de esta medida". 

Con todo, entienden que, si en lugar de contratar a profesionales "no sanitarios para desempeñar funciones sanitarias", se contratara a fisioterapeutas, "no sólo se evitaría el riesgo para los pacientes sino que, en caso de situaciones imprevistas, como una pandemia, estos profesionales podrían ser reubicados en hospitales y unidades de cuidados intensivos (UCI) debido a su versatilidad en el ámbito sanitario".  

Tanto Unión Sanitaria Valenciana como los Consejos Generales de las Profesiones Sanitarias han firmado un manifiesto exigiendo la exclusión en este plan de las personas con patologías (enfermas o lesionadas), ya que deben ser tratadas por personal sanitario y no por educadores físico-deportivos.